viernes, 13 de octubre de 2017

Juego de tronos, festín de cuervos, y de postre huevos...de dragón.


Bueno, pues ayer jugamos a Juego de tronos, y os explico un poco...

-“Poseer el trono de hierro no es fácil”-, me dijo Cersei mientras cenábamos, -“has jugado bien tus cartas”. Una partida a 4 jugadores de juego de tronos con la expansión festín de cuervos nos dejó buena impresión, la expansión mejora el juego original sin duda. Palabra de Lannister.

Juego de tronos, tiene una gran base temática. Pero implementa mecánicas variadas para convertirlo en un gran juego de guerra. Son importantes el movimiento y control de áreas, pero también la gestión de mano y una cierta habilidad en la negociación (y el faroleo, porque no?). También tiene un par de fases de subasta y la planificación de acciones es simultánea, lo que da lugar a grandes sorpresas al revelar las apuestas y los movimientos inesperados.


Uno de los defectos que le achacan al juego Juego de tronos, es que a 4 jugadores la casa Baratheon tenía mucha ventaja. El mapa y las casas son las que son, así como su despliegue inicial según la historia, y eso condicionaba el arranque de juego dejándolo descompensado. Sólo era buen juego a 6 jugadores y con un tiempo de partida largo.

 

Según pude ver en nuestra partida, el nuevo sistema de objetivos hace el juego muy divertido, ya que las estrategias de los jugadores no son tan previsibles. Por lo que tengo entendido, en el juego base, el control de fortalezas era la base para puntuar, y eso cambia totalmente ahora, volviendo la partida más dinámica y con más peso de la negociación y la estrategia.

Os recomiendo jugar siempre con la expansión, tiene mucha más salsa y reduce e intensifica la partida. Son sólo unas 60 cartas, pero creo que vale la pena.

Empecé dominando el nido de águilas como la casa Arryn, y con un personaje como Meñique en mi mano, ya vi clara mi estrategia: La influencia. Después de unos encontronazos en el  campo de batalla con los Lannister sobre derechos de paso en ríos, establecimos una tregua temporal, lo que me dio unos turnos de paz por el sur. Negociando con los Stark les garanticé paso desde el norte lo que me obligó a cambiar de objetivos para no romper acuerdos. Mis pactos me obligaron a salir al mar, donde no tuve más remedio que hundir algún barco de los Baratheon. No puedes pactar con todos. Intenté mantener la influencia siempre alta, lo que me permitió dio seguridad cuando a los salvajes les daba por hacer incursiones. Fue eso lo que me permitió hacerme con la espada, los cuervos, y el trono de hierro y dedicarme a finalizar mis objetivos en un último turno muy emocionante, pues los Stark sospechando de mis planes me atacaron desde el norte, y los Baratheon y los Lannister rodearon Nido de Águilas. Pero cuando miraron hacia la cumbre, Meñique ya estaba lejos, sentado en el Trono de Hierro.
Buen juego, y gran partida donde hubo de todo: Tema, engaños, risas, dolor, batallas, estrategia, sorpresas y emoción hasta el último minuto. Sólo un pequeño consejo para los aspirantes al trono: centraos en vuestros objetivos de manera que cada batalla, cada alianza, cada influencia que hagáis, os acerque a cumplir algo cada turno y así vuestro camino será más fácil.

Voy a invitar a los líderes de todas las casas a una fiesta en Nido de Águilas, donde os enseñaré el pozo de la luna en privado y por turnos, que es una cosa muy bonita de verla. Aforo limitado.

Hasta la próxima!
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